Por Norma Alcamán Riffo
Magíster en Literatura
Socia de larga data en la Sociedad de Bibliófilos Chilenos, estudió en el colegio francés La Maisonette (Vitacura, Santiago). Es Licenciada en Filosofía por la Universidad de Chile; Diplomada en Crítica Cultural por la Universidad Arcis y Master of Arts en Literatura, Rice University of Texas, USA.
Durante 14 años, fue Directora Ejecutiva de la Corporación del Patrimonio Cultural de Chile. Además, fue Presidenta de la Federación Chilena de Amigos de Museos.
En la actualidad, es presidenta de la Asociación de Propietarios de Casas Históricas, Jardines y Parques de Chile y Directora del Museo Violeta Parra. Desde 2008, es miembro del directorio de la Corporación del Patrimonio Marítimo de Chile. En 2020, fue nombrada miembro del Consejo de Monumentos Nacionales. Así también, es miembro de número del Instituto de Conmemoración Histórica. Paralelamente, forma parte del directorio del Consejo Barco Espacio para la Arquitectura.

En 2003, recibió el Premio Pinto Lagaguirre como Gestora Cultural. Después, en 2008, recibió el Premio a la Excelencia, otorgado por la APES (Asociación de Periodistas de Espectáculos, Arte y Cultura de Chile).
A nivel internacional, fue Secretaria General de la World Federation of Friends of Museums – Chile. En 2012, fue nombrada Agregada Cultural en la Embajada de Chile en México y posteriormente, en 2015, recibió el Premio Iztaccíhuatl al aporte cultural, otorgado la Cámara de Comercio de México en Chile.
Vive entre Santiago y Llay-Llay donde, junto a su marido Edzard zu Knyphausen, ha desarrollado la “Viña Barón Knyphausen”, en la cual se produce vino tinto para la viña familiar en la región de Rheingau, Alemania, que -desde hace más de 200 años- produce el famoso vino blanco Riesling de excelencia.
En Chile, tienen una viña pequeña, cuyo valor agregado consiste en un cultivo 100% natural, ecológico, sin elementos químicos y con un trabajo elaborado a mano. El hecho de estar ubicada en un valle a los pies de la Cordillera de los Andes, con una tierra fértil y mucho sol, además del viento de la costa, les permite producir un vino de la más alta calidad. Más que un trabajo familiar, es un modo de vida cercano a la naturaleza. La casa de la familia en el campo, que se encuentra en la “Hacienda Santa Teresa”, fue declarada Monumento Histórico Nacional en 2008, pues en ella vivió el escritor Jenaro Prieto.
Link: http://aconcagua.wine/vina-baron-knyphausen/

¿Qué te atrae en el mundo de los libros?
A mí, lo que realmente me atrae en el mundo de los libros, son las ideas y las historias que contienen. Nunca he comprado un libro que no vaya a leer o, por lo menos, los adquiero con la genuina intención de leer, ya sea porque tienen un poema que me conmueve, una crónica que me interesa, un ensayo que me estimule el pensamiento o un relato que aporte luces sobre el ser humano. Es decir, es el contenido aquello que me lleva a comprar un libro y formar mi humilde biblioteca.
Por supuesto, me encantan las primeras ediciones, los libros antiguos y las ediciones exquisitas, como las de Franco Maria Ricci, pero -en realidad- lo que me atrae es el mundo o, más bien, el universo que contienen sus páginas.
¿Sobre qué tema te gusta estudiar y adquirir libros como coleccionista?
Siento una especial predilección por las memorias y crónicas que reflejan un momento histórico, a partir de la vida cotidiana. Un ejemplo delicioso, es La vida en México. Durante una residencia de dos años en ese país, de Frances Erskine Inglis (Marquesa Calderón de la Barca). Otro ejemplo, es La ciudad de los palacios: crónica de un patrimonio perdido, de Guillermo Tovar de Teresa, cronista de la Ciudad de México.

¿Cuáles son los géneros y autores que prefieres como lectora?
Durante mi adolescencia leía principalmente literatura. Con el tiempo, he cultivado la lectura de poesía y ensayo. La verdad es que son muchas las lecturas que me han acompañado a lo largo de mi vida.
En poesía, me gustan los poetas sudamericanos, en especial, Jorge Teillier (Chile), César Vallejo (Perú) y Jorge Luis Borges (Argentina). Sin dudarlo, recomiendo la lectura de Gabriela Mistral, nuestra poetisa Premio Nobel de Literatura 1945, muy valorada en Latinoamérica. En narrativa, tengo especial predilección por los franceses, como Marcel Proust y, en filosofía, por los alemanes como Schoppenhauer.
La cultura chilena y su patrimonio son temas que me gusta mucho estudiar. En este sentido, los escritos del padre Gabriel Guarda han sido un aporte invaluable para comprendernos mejor. Así también, el pensamiento filosófico y estético de Gastón Soublette, quien es un erudito en nuestra cultura.

Como gestora cultural, me parece muy necesaria la conservación de nuestro baile nacional, por lo mismo, el libro Chilena o Cueca Tradicional de Samuel Claro, con las enseñanzas de González Marabolí, lo recomiendo.


¿De qué manera tienes organizada tu biblioteca? (por editorial, tema, autor, etc).
Por temas, porque es más práctico y eficiente a la hora de buscar un libro. Tengo responsabilidades en diferentes instituciones, así es que no dedico mucho tiempo a una organización detallada.
En tu biblioteca, ¿Hay algún libro por el cual sientas especial afecto?
Sí, por supuesto. Cada libro trae consigo una vivencia, una experiencia, una emoción y eso es lo que rescato. Un lugar especial ocupa los dos tomos que me traen un recuerdo que quisiera compartir:
Cuando llegué a vivir a México, tuve la fortuna de conocer a Guillermo Tovar de Teresa, el gran historiador, bibliófilo, cronista, investigador y coleccionista. Fue una amistad que me ayudó a conocer México de una manera profunda. Bueno, todos los que me conocen, saben que quedé totalmente enamorada de la cultura mexicana y, principalmente, la conocí y aprecié gracias a todo lo que aprendí en las tertulias que se organizaban en su casa.
Fue muy generoso y me regaló muchos libros, además de objetos de artes decorativas de Nueva España, de manera que quise agradecer su generosidad con algún regalo, pero no sabía qué llevarle, porque era un coleccionista que solamente tenía joyas y tesoros en su casa.
Él era un gran admirador y coleccionista del bibliófilo chileno José Toribio Medina. Tenía la colección completa de sus libros, salvo uno que le faltaba, que era la biografía de Sebastián Caboto, la edición de 1908. Por casualidades de la vida, yo tenía -precisamente- esa edición, de Editorial Universitaria, que es rústica, muy simple y se lo regalé. No creas que no me costó hacerlo, porque trabajé cuatro años en la Sala Medina de la Biblioteca Nacional, pero -por otra parte- creo que, si a uno le duele hacer un regalo tiene más valor, porque es una demostración de amistad.
Un mes después, me invitó a almorzar a su casa y me esperaba con una caja, cuidadosamente envuelta. Adentro, estaban los dos tomos magníficamente encuadernados que me los regalaba para conservarlos en mi familia. Como ya no está con nosotros, agradezco ese gesto. Hoy su casa y colecciones se convirtieron en un museo abierto al público.
Además de los libros, ¿tienes alguna otra pasión predominante?
Ciertamente. También me interesa mucho el arte contemporáneo y he ido coleccionando obras de algunos artistas. Además, como sabes, pues también eres miembro de la Asociación de Propietarios de Casas Históricas, me gustan mucho la arquitectura y los jardines.

¿La vocación por el arte está presente en tu familia?
Así es. Tengo una hermana escritora, un hijo arquitecto y una hija pintora que vive en Berlín. También tengo un sobrino pintor, Guillermo Lorca (1984), quien vive en Barcelona y que en 2018-2019 participó en la exposición “Cani in posa. Dall’antichità ad oggi” ideada y organizada por el Príncipe Fulco Ruffo di Calabria en Venaria Reale, cerca de Turín. Reunió 120 obras donde se puede apreciar la presencia del perro en el arte, desde la antigüedad griega y romana, hasta el día de hoy.

En español:
https://www.lavenaria.it/es/exposiciones/perros-posando
En italiano:
https://movida.tgcom24.it/2018/10/19/cani-in-posa-lidea-di-fulco-ruffo-di-calabria/
https://ilmegafono.org/2018/10/26/torino-mostra-cane-storia-dellarte/
También amas a los perros, ¿Verdad?
¡Mucho! Son grandes compañeros, inteligentes, cariñosos y leales. Actualmente, son considerados parte de la familia y estoy de acuerdo con ello, porque están siempre presentes y participan en la vida cotidiana de una casa.
¿Cuál es el elemento central recurrente de tus gustos e intereses?
Efectivamente, tengo diversos intereses, pues me gustan los libros, la arquitectura, la pintura y la jardinería. Todos confluyen en un elemento central recurrente: mi pasión por la cultura, que se manifiesta de diferentes maneras y nos ayuda a comprender al ser humano en su contexto (arquitectura), a valorar la belleza de lo que crea (pintura y jardinería) y a alcanzar la verdad a través de los libros.




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