Entrevista a nuestro socio Rodrigo Obrador
¿Desde cuándo eres socio y cómo conociste la SBCh?
Soy un socio relativamente reciente, me incorporé hace algunos años, invitado por Neville Blanc.
¿Qué tema o tipo de libro que coleccionas?
Me atrae cierta diversidad, libros antiguos y raros, algunos autores como Roberto Bolaño, libros con fotografías o ilustraciones como los de Sergio Larraín o Roberto Matta. Asimismo, le tengo especial afecto a la colección de libros de la Biblioteca del Congreso Nacional sobre Presidentes de la República que también lo han sido del Senado en los que he participado como coautor.
¿Cómo nació este interés?
Me parece que el interés inicial fue por la lectura, por el contenido de los libros, luego se fue extendiendo a la materialidad y la historia de los mismos. Hay cierta reminiscencia de mi infancia, en la biblioteca de mi casa había un buen número de libros en mallorquín, que habían sido traídos por mi abuelo de su tierra natal, estos llamaban mi atención como una aproximación a algo remoto y un tanto misterioso.
Creo que también resulta relevante cierta vinculación psicológica que uno va construyendo con los autores, aunque, su vida se hubiese desarrollado en una geografía distante y en una época remota.
Hoy, adicionalmente, he descubierto un interesante quehacer en la línea editorial, esto vinculado a mi rol como director de la Revista Chilena de Derecho Parlamentario.
De todos los libros de tu biblioteca, ¿Cuáles son tus predilectos y por qué?
Varios, además el afecto por ellos va evolucionando y haciéndose más extensivo. A modo ilustrativo destacaría: Un año completo de la revista Ver Sacrum, mi colección de libros de Sergio Larraín, un derrotero de las costas chilenas con una dedicatoria de Miguel Grau y una Araucana en gran formato y tiraje muy limitado con grabados de Roberto Matta.
¿Dónde adquieres los libros para tu colección?
Librerías tradicionales y virtuales, algunas herencias y también regalos.
¿Qué proyectos te gustaría que realizara la Sociedad de Bibliófilos?
En cuanto a proyectos me parece que existen dos aspectos que podrían enfatizarse. Por una parte, una acción más divulgativa del mundo de los libros, una actividad de extensión incluso con un componente solidario y, por otra parte, potenciar la vinculación con nuestros escritores nacionales.